¡ELEVA TU VIBRA!
La ayuda o servicio a la humanidad a través del cumplimiento
espiritual es ahora indispensable en el proceso de desarrollo y crecimiento
espiritual que conduzcan al gran despertar y danos cuenta de quienes somos. En
esa voluntad de cumplimiento hacia el bien común de la humanidad, haciendo el
bien a otros.
Es necesario tener presente que, para transformar el mundo,
primero hay que cambiarnos a nosotros mismos, para no seguir reproduciendo los
mismos resultados. Es decir que, como parte de ese cumplimiento, necesariamente
esta nuestro crecimiento espiritual; como parte de ese crecimiento interno, de
conciencia, esta la apremiante labor de elevar nuestra vibración. Nuestra vibra
basada en el amor.
El Universo entero está formado de energía (luz), y esa
energía tiene ciertas frecuencias vibratorias de diferente variación, desde muy
bajas a muy altas. Todo está hecho de energía que vibra, y mientras esa
vibración se mantenga elevada, estaremos en una frecuencia de amor y luz.
Mientras esa vibración esté baja, estaremos en miedo, odio, resentimiento, etc.
nos atacará la enfermedad y la tristeza… Pero ¿Cómo elevar nuestra vibra?
Para elevar nuestra vibra necesitamos de una voluntad
consciente, e involucrar cuerpo-mente-espíritu. Al modificar nuestros hábitos de
acción y pensamiento, lograremos un cambio real en nuestras vibraciones.
Liberarnos de las creencias limitantes y del miedo, es un motivo fundamental
para elevar nuestra vibración al máximo.
“Tu vibración es una forma elegante de describir tu estado
general de SER. Todo en el universo está hecho de energía vibrando a diferentes
frecuencias. Incluso las cosas que parecen sólidas, están compuestas de campos
de energía vibratoria a nivel cuántico, y esto te incluye a ti”.
No tendrás que hacer nada complicado, solo se requiere de un estado de coherencia para hacer lo que se piensa y se dice; con actitudes positivas que mejorarán la relación contigo mismo y con los demás:
Se sincero contigo mismo
Todo lo que piensas, dices o sientes se convierte en tu
realidad. Cada pensamiento que entra en tu cabeza tiene un impacto en ti.
Confiésate a ti mismo cómo eres, qué sientes, cómo vives, como actúas, qué es
lo que piensas de ti, ¡reconócete!, y después acéptate tal y como eres. Ahora
pregúntate cómo te gustaría ser, ¿Qué es lo que te gustaría sentir, pensar, hacer?
Piensa, habla y actúa como si tu visión fuera ya realidad, el secreto es sentir.
Sé agradecido
Agradécete por todo, por todo aquello maravilloso en tu vida
y también por las cosas menos buenas. Agradeciéndote por las cosas buenas las
multiplicas. Cuando te agradeces por las cosas no particularmente buenas,
elevas las vibraciones de base y las eliminas.
Habla bien de los otros
Piensa sobre las otras personas y habla de ellas como si
pudiesen sentir tus pensamientos y palabras. Y piensa en los otros y habla de
ellos como te gustaría que pensaran y hablaran de ti.
Aun en las experiencias amargas, hay joyas que vale la mucho
la pena valorar, esas experiencias son luz para el espíritu, se trata de
trascender “la realidad que se vive” y enfocar las bondades, las nuevas
posibilidades que ahora surgen, dejar ir y seguir adelante con una visión más
amplia de las cosas.
No hables acerca de tu pasado, pues cada vez que lo haces
pierdes energía. ¡Cierra aquello que ya ha sido, se feliz por eso que es y
disponible por lo que vendrá!
Practica actos de bondad
Dar a otra persona, sin esperar nada a cambio, modifica el
pensamiento de “No tengo suficiente” o “Ay de mí” a “La abundancia fluye a
través de mí””. La abundancia es una vibración alta. En la misma línea, ser
amable (en vez de malo) te pone en una alta vibración. Chismosea, trata mal a
los demás, piensa mal y tu vibración será baja.
En esas condiciones tu cumplimiento estará presente en tu día
a día, incluso desde tu pensamiento, como bendición que abre caminos e ilumina
a quienes enfoques tu atención.
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